Por mucho que disfrutemos del espíritu reconfortante de las fiestas, podemos sentir un tipo especial de estrés en esta época del año. Los practicantes de mindfulness entienden que, si bien el estrés puede existir, podemos reducir el impacto que podría tener sobre nosotros, ampliando nuestras perspectivas y practicando la compasión por nosotros mismos y por los demás.
¡Aquí hay 6 formas simples de invitar a la compasión a tu vida!
1. Priorizar el auto cuidado.
Reserva esas sesiones de Pilates para centrarte, meditar, descansar y dormir, mantenerte hidratado y usar aromaterapia. Planifica intencionalmente y haz espacio para cualquier cosa que te ayude a mantenerte equilibrado(a), feliz y conectado a tierra.
2. Nutrirse.
No hay nada más efectivo para estresarte que confirmar tu asistencia a una fiesta donde sabes que vas a consumir una cantidad desproporcionada de alimentos procesados, azúcar refinada, cafeína y/o alcohol.
No es secreto que el consumo excesivo de estos conduce a cambios de humor drásticos y montañas rusas de energía. Mantente en equilibrio alimentándote con una dieta en su mayoría (me gusta el número 80%) de alimentos y bebidas simples, puras y saludables que sean adecuadas para tu constitución.
3. Sintonizar con tu cuerpo.
Tu cuerpo te dirá si eres compasivo contigo mismo. Si estás haciendo mandados y te sientes tenso (los dedos de los pies aplastados, la mandíbula apretada, etc.), haz una pausa y conéctate con tu respiración.
Sentirte frenético no significa que estés logrando más.
Respira profundamente. Escucha música inspiradora, encuentra el flujo y ejecuta tus mandados con paciencia.
4. Adaptarse y ser flexible.
Como cuando las cosas no salen como las imaginamos. A veces, la tienda se queda sin un ingrediente que necesitamos para hacer algo a tiempo. ¡Haz otra cosa en la que seas bueno(a) y deja ir tu idea original! Recuerda las cosas que puedes y no puedes controlar; si bien no siempre puedes controlar lo que te rodea, puedes controlar cómo respondes a la situación.
5. Dejar de usar la palabra "debería".
Dices que deberías pasar por la reunión de tu amigo, pero sucede al mismo tiempo que tu hermana te pide que la visites.
Si sientes que tienes un exceso de compromisos, solo di “sí” a lo que es realmente realista para ti.
Crea un "horario feliz" que se centre en lo que es importante, comunícate clara y honestamente con todos los involucrados y confía en que todo saldrá bien y todos se sentirán amados.
6. Pasar de quejarse a agradecer.
Este es mi favorito. Cuando cambiamos nuestro enfoque de lo que no tenemos a estar agradecidos por lo que sí tenemos, nuestras mentes se abren a la creatividad, la valentía, la compasión y el amor.
Cuando te sorprendas a ti mismo a punto de quejarte de algo, ¡cambia! y dirige tu atención a lo que es gratificante para ti, la vida misma es un milagro y hay abundancia por la cual estar agradecido.
Practicar la gratitud es una forma segura de encontrar gracia, paz y buen animo.
La bondad y la compasión van de la mano. Sé amable contigo mismo(a), deja que las cosas se organicen en torno a tus mejores esfuerzos y sé testigo de la alegría y la dicha de las celebraciones.
Adaptado de original por: Regina Santos