Las pausas activas son breves descansos durante la jornada laboral o de estudios que sirven para recuperar energía y mejorar el desempeño y eficiencia a través de diferentes técnicas y ejercicios. Estos ayudan a reducir la fatiga, trastornos osteomusculares y a prevenir el estrés.
No podemos empezar a hablar de las pausas activas sin antes resaltar la importancia de realizar actividad física regular ya que, a cualquier edad, esta produce enormes beneficios para la salud, desde la niñez hasta la tercera edad. En esta última nos ayuda a prevenir o reducir el avance de enfermedades cardiovasculares, la hipertensión, la obesidad, la diabetes y la osteoporosis, entre otras.
Vivimos en una época donde el mundo digital nos ha vuelto sedentarios. Permanecer sentado durante mucho tiempo promueve enfermedades crónicas, incluyendo el sobrepeso y la diabetes tipo 2, incluso si usted se encuentra en muy buena forma. Lo ideal es limitar la cantidad de tiempo que permanecemos sentados lo más posible e incorporar ejercicio con pesas en su rutina de ejercicio.
Las pausas activas nos ayudan a combatir el sedentarismo y a prevenir muchas enfermedades, ya que cuando los músculos permanecen estáticos, en ellos se acumulan desechos tóxicos que producen la fatiga. Cuando se tiene una labor sedentaria, el cansancio y las molestias musculares se concentran comúnmente en el cuello y los hombros; también se presenta en las piernas al disminuir el retorno venoso, generando calambres y dolor en los pies.
El sedentarismo es un factor de riesgo modificable, lo que significa que la adopción de un estilo de vida que incluya la práctica de ejercicio físico regular nos ayudará a mejorar este factor.
¿Quiénes deben hacer pausas activas?
Toda persona que realice una labor continua por 2 horas o más, como trabajos de oficina, trabajos que implican postura bípeda o de pie, o aquella que dedique más de 3 horas continuas de su tiempo a una sola labor, debe parar un momento y realizar una pausa por el bienestar de su salud física y mental.
Estas pausan no tienen un momento específico del día para hacerlas, pero les recomiendo se hagan de 2 a 3 veces al día. Puede ser a media mañana y después del almuerzo, combinando una serie de movimientos que activan el sistema musculoesquelético, cardiovascular, respiratorio y cognitivo.
Lo ideal es que realice estos movimientos bajo la supervisión de un fisioterapeuta idóneo. Consulte con el departamento de Recursos Humanos o la alta gerencia de su empresa, ya que algunas ofrecen este tipo de beneficios a sus colaboradores. Si no es posible contar con la guía de un profesional, en el sitio de trabajo o en la casa, cada dos horas pare lo que está haciendo y ponga en práctica los siguientes ejercicios:
1. Activación de la respiración, solo o en grupo, así como masajes en el cuello y hombros.
2. Realice ejercicios de coordinación y estiramiento.
La pausa activa tiene muchos beneficios para las personas con gran carga laboral, por ejemplo:
- Disminuye el estrés.
- Favorece el cambio de rutina.
- Libera estrés articular y muscular.
- Estimula y favorece la circulación.
- Mejora la postura.
- Favorece la autoestima y capacidad de concentración.
- Disminuye riesgo de enfermedad profesional.
- Mejora el desempeño laboral.
En conclusión, las pausas activas son una manera de estimular la mente y el cuerpo logrando la reducción del estrés y el agotamiento mental, mejorando el rendimiento y la motivación laboral de los colaboradores.
¿Estás listo para tomar una pausa activa?
Lic. Sharissa Sanchez
Referencia Bibliográfica
Coppee, g. (1998). Los servicios de la salud en el trabajo y la práctica. Madrid.