Cada vez más personas practican Pilates. Lo maravilloso es que este método está diseñado para que todos puedan practicarlo, desde la adolescencia hasta los años platinados.
Lo que empieza como una manera de hacer ejercicio físico se suele convertir en un estilo de vida muy beneficioso para la salud corporal y mental, a cualquier edad.
En la pubertad, debido a que es una época de desarrollo y crecimiento, el método Pilates no solo favorece los cambios naturales de la edad, sino que ayuda a prevenir problemas futuros, ya que educa y condiciona el cuerpo para evitar malas posturas.
El control y la consciencia en la respiración les puede ser de gran ayuda a los jóvenes para trabajar en la concentración y enfocarse de manera sostenida en sus tareas.
Esto potenciará al máximo sus capacidades y les ayudará a que logren autoconfianza.
En los adultos los beneficios van más allá; ayuda a hombres y mujeres a rehabilitar después de haber sufrido una lesión, aumenta la fuerza y la elasticidad muscular y conserva la movilidad funcional necesaria para una vida activa.
El Pilates nos facilita liberar el estrés acumulado y produce tal relajación, que resulta ser una herramienta ideal contra el insomnio.
No se requiere que hayas hecho deporte durante tu vida para obtener los beneficios de Pilates, puedes comenzar en cualquier momento. En adultos mayores podemos ver que evita la pérdida de masa ósea y así la osteoporosis, mejora el equilibrio y la coordinación, evitando el riesgo de sufrir caídas.
En resumen, practicar Pilates puede apoyarnos en el proceso de envejecimiento y es nuestro mejor aliado para conservar y mantener una calidad de vida óptima, a cualquier edad.