¿Qué es la Propiocepción?
La propiocepción forma parte de un trío de sistemas sensoriales que incluyen la vista y el equilibrio. Juntos, estos tres sistemas le envían información a tu cerebro para coordinar tus movimientos. Incluso, si uno de estos sistemas falla (como cuando estás en una habitación oscura), la propiocepción te ayuda a moverte con seguridad.
Un ejemplo claro es el tobillo, que cuenta con una mayor cantidad de receptores propioceptivos que cualquier otra parte de tu cuerpo. Estos receptores proporcionan información a tu cerebro para evitar torceduras y ajustar la manera en que caminas. Si tu propiocepción es deficiente, esos mensajes llegan tarde y podrías lastimarte.
Propriocepción y el Dolor
Otra razón importante para entender la propiocepción es su relación con el dolor. Un aumento en el dolor reduce tu percepción propioceptiva. Esto se debe a que, cuando experimentamos dolor, los cambios químicos en nuestro cerebro afectan la manera en que percibimos las partes afectadas de nuestro cuerpo. Por ejemplo, si te lastimas una articulación, pierdes la capacidad de sentirla y moverla con precisión.
Y si no trabajas para recuperar esa capacidad, el problema persiste.
Cómo Mejorar tu Propiocepción
La buena noticia es que puedes entrenar y mejorar tu propiocepción con algunas prácticas sencillas. El Pilates, por ejemplo, es una herramienta excelente para hacerlo. Desde los ejercicios de pie hasta los movimientos con la Jumpboard, Pilates promueve un rango completo de movimiento mientras te ayuda a ser más consciente de cada parte de tu cuerpo. Aquí te dejamos algunos consejos para comenzar:
- Muévete con consciencia: Realiza movimientos de manera intencional. Puedes hacerlo con Pilates, que enfatiza la precisión en cada ejercicio.
- Desacelera: Si estás recuperándote de una lesión o cirugía, reduce la velocidad de tus movimientos y concéntrate en la información que entra a tu sistema nervioso. En Pilates, este enfoque en la precisión y el control es clave.
- Usa un espejo: Ver tus movimientos en un espejo mientras practicas Pilates te proporciona retroalimentación visual, ayudando a corregir errores y fortaleciendo la conexión cerebro-cuerpo.
- Camina descalzo en superficies irregulares: La playa, el césped o piedras pequeñas son perfectos para estimular los nervios en tus pies y mejorar la propiocepción. Pilates incluye ejercicios que se centran en el trabajo de pies y tobillos, ayudando a afinar tu percepción corporal.
- Desafía tu equilibrio: En Pilates, puedes progresar a ejercicios de una sola pierna, por ejemplo. Esto incrementa el reto y mejora tu equilibrio y propiocepción.
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Respira conscientemente: Usa la respiración para mejorar tu conciencia corporal. El Pilates enfatiza la respiración profunda y consciente, lo que ayuda a calmar el sistema nervioso y aumentar la concentración en los movimientos.
¿Por Qué Elegir Pilates?
Si quieres mejorar tu propiocepción, el Pilates es la opción ideal. No solo te ayuda a reconectar con tu cuerpo, sino que te permite hacerlo de manera segura y efectiva. Con ejercicios que abarcan desde movimientos lentos y controlados hasta secuencias dinámicas, el Pilates es una forma integral de fortalecer este "sexto sentido".
Ya sea que estés buscando mejorar tu equilibrio, reducir el riesgo de lesiones, o simplemente moverte con mayor fluidez y precisión en tu día a día, el Pilates te ofrece las herramientas necesarias para lograrlo.
¡No esperes más para empezar! Únete a nuestras clases de Pilates y descubre cómo puedes sentirte mejor en tu propio cuerpo mientras fortaleces tu conexión mente-cuerpo.
Este artículo fue inspirado en "Why Proprioception Matters and How to Improve It" por Misha von Bechtolsheim, publicado el 5 de septiembre de 2024. Misha es una entrenadora certificada en Pilates STOTT, TRX Sports Medicine y Z-Health, reconocida por su enfoque innovador y basado en la neurología, aplicando el movimiento tanto en la rehabilitación clínica como en el rendimiento deportivo.